¡Menudo dilema! Cuando vas al mercado descubres que hay varios tipos de levadura, cada una con un envase diferente, pero con nombres muy parecidos. ¿Cómo saber cuál es la levadura que necesitas para tu receta?.
No te preocupes, vamos a explicarlo brevemente y darte ideas muy prácticas para que hagas un uso correcto de cada una de ellas.
Lo primero de todo es importante tener clara la diferencia entre levadura de panadería y la levadura química.
La levadura de panadería sirve para hacer pan y otras masas fermentadas como los brioches, las pizzas, los croissants, las empanadas o los roscones de reyes.
Por su parte, la levadura química sólo sirve para hacer lo que se llama “masas batidas”, esto es bizcochos, magdalenas o galletas.
Ahora que ya sabemos cuál es la diferencia clave entre una y otra (sí, la fermentación), vamos a conocerlas un poco mejor:
La levadura de panadería:
La levadura de panadería es un ser vivo. Su nombre científico es “Saccharomyces Cerevisiae” y fue descubierta en el año 1857 por el científico francés Louis Pasteur.
Esta levadura es el origen de la fermentación, un proceso natural presente desde la antigüedad en nuestra cultura alimenticia. La fermentación es el elemento clave en el sabor, estructura y aroma del pan y otras masas fermentadas. Así que recuerda, ¡sin levadura no hay fermentación y sin fermentación no hay pan¡
Podemos encontrar la levadura de panadería en dos formatos:
Levadura de panadería fresca: Nuestra especialidad, ¡la levadura Levanova!
Encontrarás esta levadura envasada en forma de cubitos bien prensados, que podrás deshacer muy fácilmente con tus propios dedos. Tras desmenuzarla te sorprenderá con qué rapidez la puedes unir a tu masa, mezclándola con gran facilidad. ¡Por algo, es el formato de levadura de panadería más utilizado por los panaderos artesanos de nuestro país!
Respecto a su almacenamiento, al ser un ser vivo, es importante conservarla en frío, pero no te preocupes, la temperatura habitual de refrigeración de nuestras neveras cotidianas es suficiente.
El día que te decides a hacer un rico pan casero y utilizas la Levadura Fresca Levanova, descubres lo fácil que es, lo bien que se integra en la masa y lo más importante de todo… ¡qué bien sabe a pan de toda la vida!
La levadura de panadería seca.
Esta levadura es el resultado de quitar prácticamente toda el agua a la levadura de panadería fresca. En este formato la levadura que se comercializa está viva, pero se encuentra “profundamente dormida”. Sólo despertará cuándo la mezclemos con agua al realizar nuestra receta.
Es importante tener en cuenta que, al ser un producto más concentrado que la levadura fresca (ya que se le ha quitado el agua) hay que ser muy cuidadosos con la dosificación.
En cuanto a su conservación, en su envase original y sin abrirla, la levadura seca se conserva muy bien a temperatura ambiente durante meses, sin embargo, una vez abierta, es recomendable guardarla en un frasco de cristal y consumirla cuanto antes.
La levadura química:
La levadura química (también llamada levadura de repostería o polvo de hornear) no es un ser vivo sino una mezcla de minerales y bicarbonato sódico que en presencia de agua y con el calor del horno produce gas, provocando un aumento del volumen.
Ahora que ya sabes que no es un organismo vivo, entenderás que la denominación “levadura” no es muy correcta. Un nombre más adecuado sería el de impulsor, ya que se utiliza para impulsar y dar esponjosidad a masas batidas como los bizcochos. ¡No sirve para hacer pan!
No queremos pensar en cuántos desastres en la cocina ha ocasionado no haber tenido una idea clara de cuál es la función de la levadura química, pero esperamos que a partir de ahora ya no tengas dudas. ¡Cuéntanos tu experiencia! ¿Qué usos le das a los distintos tipos de levadura? ¿Cuál es tu preferida?
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