La levadura es un ser vivo, pero no puede verse sin la ayuda de un microscopio. Se comercializa habitualmente en bloques o dados de diferentes tamaños. Aunque un dado de levadura puede parecer algo inerte, realmente está lleno de vida, por eso es necesario conservarla en el frigorífico. La célula de levadura tiene forma de huevo y no es visible a simple vista. Su tamaño no excede las seis u ocho milésimas de milímetro. Un centímetro cúbico de levadura en bloque pesa alrededor de un gramo, pero contiene más de ¡10 mil millones de células vivas de levadura!
Pese a lo que podamos pensar, el uso de levadura no es algo nuevo. Sin saber de su existencia, los seres humanos se han beneficiado de ella desde hace miles de años.
La primera vez que alguien observó una célula de levadura fue en el siglo XVII, aunque él no era consciente de lo que estaba viendo. Fue el holandés Anton van Leeuwenhoek, padre de la microbiología.
Habría que esperar hasta 1857 para que la levadura dejara de pasar desapercibida. En ese año, Louis Pasteur, analizó y comprendió el proceso de la fermentación afirmando que la levadura era la responsable de dicho proceso y, por tanto, que era un ingrediente indiscutible para formar los aromas y sabores del pan tal y como lo conocemos.
Sin embargo, muchos años antes de que Pasteur hiciera este gran descubrimiento, ya los egipcios hacían panes fermentados en cantidades significativas. No se sabe realmente cómo empezaron a hacerlo. Se presume que todo fue fruto de un descuido en el que alguien abandonó una masa de pan y ésta fermentó gracias a las levaduras presentes en el aire. Años más tarde, los galos utilizaron también a su manera la levadura para hacer pan. Éstos se dieron cuenta que añadiendo espuma de cerveza el sabor y la textura de sus masas mejoraban.
Tras el hallazgo de Pasteur, sólo unos años después, en 1873, Louis Lesaffre puso en pie la primera instalación para cultivar levadura. Éste fue el nacimiento de LESAFFRE, la empresa madre de LEVANOVA. Sin embargo, no pienses que la levadura se “hace”, eso es imposible ya que es un ser vivo. La levadura se cultiva. Como si de una granja se tratara, en nuestras instalaciones, alimentamos las células de levadura para que se multipliquen hasta alcanzar las cantidades necesarias para formar esos bloques o cubos, preservando su naturalidad y calidad.
Hoy hemos querido acercarte un poco más a la levadura fresca, para que así conozcas su historia, que también es la nuestra.
¿Quieres saber más sobre la levadura? Echa un vistazo a este post “Los tipos de levadura”.
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